Introducción:
El principio del control aduanero fortalece la lucha contra los procesos ilícitos que se cometen en el intercambio comercial internacional de mercancías dentro de un territorio nacional, fortaleciendo a las industrias nacionales, importadores, exportadores, fomentando una competencia leal.
Desarrollo:
El control aduanero tiene como propósito facilitar las operaciones de comercio exterior, a través de procesos aduaneros sistemáticos e integrados que permitan disminuir los tiempos de despacho a fin de incentivar la productividad y competitividad nacional, ejerciendo controles aduaneros precisos, velando por el respeto al ordenamiento jurídico y por el interés fiscal del país.
Los procesos operativos de control aduanero se apoyan con el control permanente, el cual es ejercido en cualquier momento, sobre la entradas y salida de los medios de transporte y personas del territorio de un país, así como de las mercancías que con posterioridad a su levante o retiro, permanecen sometidas a alguno de los regímenes aduaneros no definitivos mientras éstas se encuentren en el territorio aduanero, dentro de la relación jurídica aduanera, fiscalizando y verificando el cumplimiento de las condiciones de permanencia, hasta darles un destino aduanero.
La aplicación del principio de los controles aduaneros permite a la Aduana:
- Concentrarse en las áreas de alto riesgo, y, por lo tanto, mejorar la rentabilidad de los recursos disponibles.
- Detectar con mayor facilidad las infracciones y la situación irregular de comerciantes y viajeros.
- Ofrecer mayores facilidades a los comerciantes y viajeros que cumplen con la ley.
- Acelerar la circulación de mercancías y personas
Bibliografía:
Alsina, H. (1957). Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial (Segunda ed.,
Vol. II). Buenos Aires, Argentina: Ediar Sociedad Anónima Editores.
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