A mi parecer los subsidios mejoran directamente el poder adquisitivo de los pobres, en lugar de beneficiar a consumidores con más recursos .Al hacer posible que la gente adquiera mas alimentos, estos programas estimulan a su vez una mayor producción agrícola en lugar de penalizar a los productores.
Para ello el Presupuesto General del Estado para este año proyectó USD 2 571 millones en egresos por subsidios a los combustibles. Es decir, más del 10% de todo el presupuesto se destinó para mantener un precio irreal de los derivados de petróleo en el país; y se espera que para el 2012 este rubro aumente. Debido a la paralización de parte de la refinería de Esmeraldas se requerirán mayores importaciones de gas doméstico (GLP), gasolina y diesel.
Por ello el Estado ha proyectado ejecutar un sistema de focalización del subsidio mediante la implementación de dispositivos como tarjetas inteligentes y chips en los vehículos; con fin de poner límites al consumo de gas doméstico y gasolina de una familia o un usuario con precios subsidiados.
Es decir, la población tendrá un cupo de consumo de derivados a los precios actuales, y sobre ese límite deberá asumir los costos reales de los combustibles, el sistema, sin embargo, crea desconfianza entre consultores económicos y profesionales cercanos al sector hidrocarburífero.
Este esquema de cupos podría enfrentar tres tipos de problemas.
1. El establecimiento de los rangos de consumo para acceder a precios subsidiados podría caer en largas discusiones donde entrarían criterios subjetivos.
2. Podría darse la aparición de mercados paralelos. Los usuarios que accedan a los combustibles subsidiados podrían revenderlos a quienes paguen precios internacionales.
3. Posibilidad de corrupción en cuanto a la asignación de los cupos.
Para ello se sugiere que se establezca una fórmula mediante la cual estén atados los precios del gas, el diésel y la gasolina en el país, a los costos internacionales con el fin de que si estos últimos varían, también lo hagan en el mercado interno.
Lamentablemente este esquema podría ser mas amplio para actos de corrupción en torno a los funcionarios que manejen los límites de consumo de los combustibles subsidiados. La mejor forma de control es la que nace en las propias leyes de la oferta y la demanda, en donde las personas movidas por los precios reales del mercado se autolimitan a consumir lo que quieren y pueden pagar.
CAROLINA VINZA
FERNANDA ROSERO
FRANCISCO REVELO
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