El Reglamento a la Ley Orgánica para la Regulación y Control del Tabaco, en el artículo 8, dispone que cada año, hasta el 15 de marzo, las empresas productoras o importadoras registradas, retirarán del Ministerio de Salud Pública, en versiones impresas y electrónicas, las advertencias sanitarias con las que se comercializará el producto.
Esta Ley Orgánica para la Regulación y Control del Tabaco, establece: “Art. 18.- Del empaquetado y etiquetado.- En los empaquetados y etiquetados externos de los productos de tabaco, que se expendan dentro del territorio nacional, deberán figurar leyendas y pictogramas o imágenes de advertencia que muestren los efectos nocivos del consumo de los mismos, sujetándose a las siguientes disposiciones:
Las advertencias serán elaboradas y aprobadas por la Autoridad Sanitaria Nacional;
Se imprimirán en forma rotatoria y rotativamente cada año directamente en los empaques;
Serán de alto impacto preventivo, claras, visibles, legibles y no deberán ser obstruidas por ningún medio;
Incluirán pictogramas y mensajes relativos a los efectos nocivos del tabaco, deberán ocupar el sesenta por ciento (60%) de las caras principales, y se ubicarán en la parte inferior de cada cara;
La información sanitaria deberá ser impresa directamente en el empaque, ocupando el setenta (70%) de una de las caras laterales;
La información sobre los componentes y emisiones del tabaco será únicamente cualitativa;
Se prohíbe el empaquetado en presentaciones menores a diez unidades. En caso de otros productos del tabaco, el empaque no deberá contener menos de diez gramos; y,
Tanto las leyendas de advertencia como la información textual deberá constar en idioma castellano.”;
Las empresas comercializadoras de cigarrillos deben adaptar sus productos a las nuevas medidas de etiquetado que regirán desde julio, conforme el acuerdo del Ministerio de Salud, publicado en el Registro Oficial del 15 de marzo pasado.
Los mensajes de alerta y las figuras de calavera que se imprimen en las cajetillas, para advertir sobre los peligros de fumar, ahora aparecerán en color amarillo, reemplazando al negro y blanco.
Con ello se busca, que el consumidor tenga una mejor visualización de los textos; disminuir las importaciones y que se pueda detectar más rápido entre los productos fabricados en el país de los que entran ilícitamente (evadiendo el pago de impuestos y poniendo en riesgo al consumidor).
En estos días, personal vinculadas al control aduanero y tributario han recibido capacitación sobre cómo identificar los productos ilícitos.
Entre otras cosas, los productos que entran ilegalmente al país no tienen el texto de precaución en el lateral y tampoco incorporan las fotografías sobre la afectación por el cigarrillo, que deben cubrir el 60% del espacio de la cajetilla. Además, su precio de venta es inferior a USD 1,93 por el cartón de 20 tabacos.
Fuente: Ministerio de Salud Pública, El Comercio, TradeNosis
Elaborado por: Ricardo Agurto
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