El NAFTA, que en la última década se ha considerado como un éxito de las relaciones internacionales entre nuestros vecinos del norte, se pone en duda con la panorámica global que viviremos con el ascenso al poder de Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos de América, poniendo en riesgo años de negociación, puestos de trabajo y relaciones que durante su vigencia han traído consigo resultados positivos para los 3 países que lo conforman.
Una de las propuestas más significativas del magnate es una firme e inmediata renegociación de los tratados del NAFTA poniendo en jaque las relaciones entre los países que conforman el bloque, la hegemonía de Estados Unidos sobre México y la estabilidad de América Latina.
La inconformidad del actual presidente radica en las plazas de empleo que, a su parecer, los ciudadanos vecinos de México arrebatan a los estadounidenses, debido a las alianzas que las empresas mantienen para usar mano de obra de este país. Entre sus propuestas está imponer una tasa del 35% sobre los bienes que entren al país desde México. Esto afectará sobretodo a empresas automovilísticas, como lo es Ford, que esamblan los automotores en el país vecino, y tendrán que buscar soluciones posiblemente en otros países donde también sea de bajo costo la mano de obra y se tenga convenios y beneficios.
La problemática nace al momento de que se cambien las reglas del juego sin tomar en cuenta las perspectivas o los arcos argumentales de México y Canadá, es poco probable que se finalice un tratado que consiga los mismos beneficios que el actual.
Se espera que no se dé cabida a esta propuesta, tomando en consideración que los resultados serán nefastos para la economía mexicana y de los países involucrados.
Fuente: http://money.cnn.com/2016/07/06/news/economy/trump-nafta/
Autora: Irina Mendoza Unda.
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