Las cifras de la Unidad de Vigilancia Aduanera más las revelaciones de los actores del sector no hacen más que reconfirmar esa alerta. Como referencia, durante el año pasado se decomisó un 24% más de distintos productos en los ingresos aduaneros del país, sumando un total de USD 21,7 millones. De este monto, las confiscaciones de licores fueron 15 veces más que en el 2011 y las de cigarrillos, cuatro veces más. Esto solo en mercadería no justificada. La cifra del contrabando es difícil de determinar, aunque según Carrasco, se combatirá junto a la Senae y otros ministerios para enfrentar está práctica. "En el caso de los cigarrillos, cayó la recaudación del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) en 9%, porque bajó el consumo. Es probable también que haya existido algún contrabando.En el caso de las bebidas alcohólicas, hubo un aumento de la recaudación del ICE de 3%. Tampoco en este capítulo nos cerramos al hecho de que existe la posibilidad de que haya proliferado el contrabando".
El importador explica que un whisky estándar, de una marca líder, cuesta en el país alrededor de USD 50, mientras en Colombia vale USD 26 y en Perú, USD 21. "Entonces, es lógico que el contrabando prospere. Si alguien en una frontera pasa una caja de 12 botellas, desde Perú, y decide ganar solo unos USD 10 por botella, ganaría USD 120. Hay personas que hacen unas tres pasadas al día. Y eso un pequeño contrabandista. Imaginémonos lo que están haciendo las mafias", añade Cordovez, quien asegura que la actividad importadora cayó un 50%. Y el problema no solo se siente en los importadores. La industria nacional también vio caer sus ventas entre un 30 y 40%. Jorge Talbot, presidente de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador, señala que el incremento de los impuestos a los licores mermó la producción legal, pero la fabricación clandestina está aumentando a niveles alarmantes. "Lamentablemente no hay control y ojalá no se repita una tragedia como la ocurrida en Los Ríos, en el 2011, donde varias personas murieron por la ingesta de licor adulterado".
Carla Piedra Naranjo
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