El Diccionario de la Real academia española define como paro a la “interrupción de la actividad laboral por parte de los trabajadores”. Esa es la situación actual en la frontera sur de Colombia y Norte de Ecuador, en la cual los cafeteros refutan en demanda de respuestas del Gobierno colombiano a la crisis de este sector, mientras que los camioneros responden a una nueva subida del combustible en dicha actividad.
Como cualquier paro de actividades, esto reduce la actividad comercial, especialmente en el flujo de personas y mercancías, objetos del comercio que no pueden continuar con sus actividades cotidianas. Más de 80 ecuatorianos se encuentras inmovilizados en Colombia.
Factores que han provocado falta de combustible, especialmente en Nariño. Por lo cual, han optado por importar el combustible desde Ecuador hacia su vecino país de Colombia, acordando el pago de USD 4,715 por cada galón de gasolina y USD 4,350 por cada galón de diésel. Abasteciendo con 25 tanqueros diarios y notando que aunque es por la problemática sucedida en el país del norte ecuatoriano, antes era Ecuador quien importaba combustible y energía eléctrica. Incluso, ahora se ha dado un giro y se puede hablar de una oferta energética buena y sostenible por parte de el país de la mitad del mundo.
Realmente es compresible el reclamo de dichas industrias, pero no toman en cuenta cuan daño le hacen a su país, Colombia, y que principalmente perjudican a la movilidad y el comercio de bienes que, a más de llegar a escasear pueden llegar a ser especulados, encareciendolos y paralelamente aumentando el contrabando.
FUENTE:
http://www.confirmado.net/economia/297-economia/26931-ecuador-vende-gasolina-y-diesel-a-colombia
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