El gobierno está tomando una orientación más pragmática con respecto a los Acuerdos Comerciales con demás países, dejando atrás las limitaciones ideológicas expresadas por ciertos funcionarios del régimen e incluso por el mismo presidente.
Pero es que el país en materia de comercio exterior se enfrenta a la culminación de ciertos VIP's que afectaría a su balanza comercial, tanto ante EEUU como ante la Unión Europea. La situación frente a estos dos grandes es peculiar, ya que el Ecuador muestra interés con negociar tanto con uno como con el otro, pero debido al volumen de ventas que se tiene con la Unión Europea se ha vuelto la mirada hacia esos rumbos, como muestra de ello tenemos la saludable visita que haría el mandatario ecuatoriano recientemente a Alemania y a Italia.
Resulta pues que la prioridad, y por mucho, es el mercado europeo, y más allá de criticar una falta de coherencia con las palabras difundidas con anterioridad por el régimen, es importante que como país comencemos a quitarnos la venda de los ojos al pensar que somos un territorio aislado, o que el comercio con Irán, y el ALBA nos ha beneficiado (hablando en términos comerciales).
Vemos entonces que a futuro retomaremos las negociaciones de algún tipo de acuerdo comercial con la UE, más allá de si es o no un TLC, lo cual es necesario, pero rescatando las palabras provenientes del gobierno, que sea negociado respetando la capacidad productiva del país para crear la tan esperada competencia, pero en igualdad de condiciones.
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