El pan es uno de los alimentos que no debe faltar en la mesa ecuatoriana, ya sea en el desayuno o en la merienda, incluso acompañando algún platillo del almuerzo. Lo que no se sabe es que el 98% del trigo con el que fabrican estos deliciosos panes, galletas, y demás postres, es importado de Canadá y Estados Unidos.
Estas importaciones le representan al país 200 millones de dólares, los que el gobierno quiere disminuir a 15 millones mediante algunas negociaciones.
Ahora, cuáles son las alternativas que propone el Gobierno.
El Estado va a poner ciertas condiciones para la importación de trigo. _Las personas que elaboran pan pueden incluirle el 5% de harina de plátano, para así reducir las importaciones de trigo y por lo tanto reducir los costos y precios del producto final, en este caso el pan.
Para velar por el cumplimiento de esta disposición, el Presidente Rafael Correa ha propuesto, que mientras se importen 100 toneladas de harina, compren 5 toneladas de harina de plátano al mercado nacional, permitiendo así el desarrollo de este sector de la economía y a aprovechar al máximo los recursos que tenemos en abundancia como el plátano; de esta manera se potencia el consumo del excedente no exportable de otros productos.
RESUMEN
El Ecuador consumo el 98% del trigo importado desde Estados Unidos y Canadá, lo cual representa un gran gasto anual para el país.
Se ha implementado medidas para que el trigo no sea el único producto del que esté hecho el pan, es decir, mezclar con un 5% de harina de plátano proveniente del excedente no exportable.
CONCLUSIONES
El país depende demasiado del trigo importado, para hacer pan, galletas, etc
El gobierno intenta frenar este excesivo consumo de trigo importado, mediante la inclusión de harina de plátano.
RECOMENDACIONES
Se debe tomar más en cuenta la harina de diferentes productos con los que cuenta el Ecuador, como el plátano, ya que así evitamos el desperdicio por los excedentes no exportables.
Aprovechar las semillas de trigo que el MAGAP pone a disposición de los productores, para así consumir nuestro propio producto y evitar las importaciones.
FUENTE
AUTORA
Lorena Núñez
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