Wilbur Ross, el elegido por Donald Trump para llevar la cartera de Comercio en la futura administración, no se anda con rodeos cuando habla las tácticas “maliciosas” de China. “Es el país más proteccionistas entre las grandes economías”, valoró en la audiencia en la que se debe refrendar su nominación para que asuma el cargo de manera efectiva, “hablan más de libre comercio de lo que hacen en la práctica”.
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Trump deposita toda su confianza en Ross para que lidere una agenda comercial que está destinada a proteger la mano de obra estadounidense, para evitar que se deslocalice hacia regiones de bajo coste. Para ello otorga al inversor un papel mayor que dará mucha más visibilidad al Departamento de Comercio. La filosofía que va a seguir, como explicó ante los senadores, es la del palo y la zanahoria.
“Soy completamente favorable al libre comercio”, afirmó, “pero el comercio no debe hacer daño a nuestro tejido industrial”. El magnate se mostró así abierto a dar acceso al mercado a países que “que juegan limpio”. Pero los que no siguen las reglas, advirtió el nominado, “deben ser sancionados de manera severa”. En este sentido citó expresamente la necesidad de adoptar aranceles más efectivos.
“Las tarifas son a la vez un instrumento de negociación y sirven para forzar a que se corrijan ciertas prácticas”, reiteró. Los senadores comparten el objetivo general pero algunos mostraron el temor a represalias. Y aunque el inversor se comprometió a ser racional para evitar conflictos, insistió que la batalla por el comercio internacional debe ser justa. “La manipulación de las divisas”, añadió, “es otra barrera que usan algunos países para atacar nuestra economía”.
Ross, que va a tener que renunciar a medio centenar de puestos que ocupa en los consejos de empresas en las que tiene inversiones, construyó su imperio comprando empresas en dificultad, a las que sometía a un intenso ajuste para recuperar su rentabilidad y poderlas vender después con un importante beneficio. Es por eso que muchos le ven a la vez como un verdadero tiburón de Wall Street.
El futuro secretario de Comercio habló de la necesidad de revisar los acuerdos comerciales, empezando por el que regula los intercambios con México y Canadá porque es el más próximo a los intereses de EE UU. “Queremos solidificar la relación en el NAFTA antes de negociar otros tratados”, explicó. El proceso de negociación, aseguró, será constructivo a la hora de afrontar el reto de la deslocalización.
La mejora de la balanza comercial es uno de los cinco pilares que sustentan el plan de Trump para llevar el crecimiento del 2% actual al 3,5% previo a la crisis. Ross habló también de relajar la regulación, de potenciar la producción doméstica de energía, de modernizar las infraestructuras y reducir el impuesto de sociedades. “Es el mejor incentivo para que las grandes empresas se establezcan aquí”, concluyó.
Autor: IRINA MENDOZA
Fuente: internacional.elpais.com
