La acción del COVID-19 ha generado una crisis que reconoce escasos antecedentes históricos. Puede decirse, de manera introductoria a este estudio, que existen algunas diferencias entre la crisis provocada por el COVID-19 y las anteriores. Más allá de los distintos orígenes de las crisis económicas, se trata, al menos, de cuatro diferencias principales:
- a) la preexistencia de condiciones adversas: la actual crisis se ha producido en un contexto de debilitamiento del comercio global que se venía arrastrando desde hace más de una década
- b) el alcance de los efectos: se trata de una crisis global, que afecta al 90% de las economías mundiales, mientras que otras crisis anteriores fueron más “regionales”
- c) la velocidad del impacto: la crisis de 2008-2009 se inició a mediados de 2008, y sus peores efectos llegaron varios meses después, mientras que la crisis de 2020 comenzó y conmocionó fuertemente en un periodo de entre dos o tres meses
- d) su intensidad: los efectos sobre el crecimiento económico y el comercio reconocen pocos precedentes históricos; el Banco Mundial (2020) ha mencionado que se tratará para el mundo del mayor declive del comercio internacional desde la Segunda Guerra Mundial, y que para América Latina se trata de la mayor pérdida relativa de producto bruto interno desde 1901 en adelante, entre otros ejemplos
Conclusiones y recomendaciones
1.- Ha habido cierres generalizados de fronteras y se ha interrumpido parte importante de las actividades productivas –inicialmente en Asia y enseguida en Europa, América del Norte y el resto del mundo.
2.- La reducida demanda de bienes y servicios ha dado lugar a un marcado aumento del desempleo y de la vulnerabilidad social.
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