Salto del camarón ecuatoriano
Introducción
La década de los 60 marca el inicio de la actividad camaronera en el país, todo era de forma muy natural y poco tecnificada; hacía falta llenar las piscinas y las larvas llegaban solas. Cuando las larvas ya no llegaban por sus propios medios las camaroneras iban a buscar las larvas silvestres causando un gran deterioro al ecosistema, pero cuando la demanda fue mayor estos mismos empresarios empezaron a creer en los laboratorios y su promesa de mejorar la cría de los camarones.
Desarrollo
A partir de los 80´s el camarón ecuatoriano encuentra su boom y en 1998 sus exportaciones marcan un hito cuando se registran $872,2 millones exportados. Pero ahora bien es necesario enfocarse en la realidad de aquella época cuando por fin el camarón ecuatoriano parecía haber coronado el mercado internacional la enfermedad de la mancha blanca que se extendía por el Asia y llega a los países productores además de sumársele la crisis económica ecuatoriana de inicio de siglo.
Las perdidas de los exportadores llegaron hasta el 100% de su producción creando un declive en las exportaciones de aproximadamente del 73% cuando en 2002 se registran $252,7 millones en exportaciones.
Después de la severa crisis y las piscinas abandonadas a lo largo de la costa ecuatoriana el producto muestra un repunte entre 2003 y 2005 según la Cámara Nacional de Acuacultura cuando se registra un aumento de las exportaciones a $457,5 millones. A partir de 2008 por varios incentivos económicos del Gobierno Central y la estabilidad que se le ofrece al sector en 2017 estas exportaciones llegan a $3037 millones superando por primera vez al banano como mayor producto no petrolero exportado.
El mérito de este aumento en las exportaciones se lo atribuye directamente al trabajo genético que se ha venido realizando sobre las especies cultivadas durante los últimos 15 años.
Existen variedades como el vannamei que tiene una producción contante durante todo el año, misma que es favorable ya que no deja desprovisto el mercado en ninguna época.
Las plagas a las que son propensos los camarones no han desaparecido, pero si llegara a azotar nuevamente a este sector productivo ya estarían más preparados para lo que fuere necesario.
El gobierno central ha identificado lo productivo de este sector y ha asegurado la inversión de alrededor de $200 millones para aprovisionamiento de las zonas de cultivo con la seguridad que puede sorprender nuevamente para este año liderando la lista de productos no petroleros de exportación.
Conclusiones
La tecnificación de un sector puede dar al producto un valor agregado que lo vuelve competitivo frente a sus similares de otro origen.
El camarón podría seguir liderando la lista de productos no petroleros de exportación.
Fuente
Autor
Carolina Morales A.
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